Navidad en blanco y negro.
Toni Molins ha creado una atmósfera navideña relajada y elegante, basada en una opción cromática que apuesta por el blanco y negro, pasando por toda la gama de grises. La mesa se ha vestido con un mantel de organdí bordado en blanco, cuya transparencia se potencia al forrar la mesa de negro. Se ha elegido una combinación de vajillas en tonos grises y blanco. Para cada comensal, se ha destinado un modelo distinto de cristalería y cuberte-ría, lo que da mayor dinamismo a la composición. Pequeñas bolas de cristal transparente son el único elemento decorativo incorporado a la mesa. Como servilleteros se han utilizado lazos dorados, y un espárrago natural adorna cada servilleta.
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